Estamos en plena época de exámenes finales, y a medida que se acerca la fecha nuestros nervios aumentan, lo que muchas veces influye de manera negativa a la hora de concentrarnos.
Sentir un poco de nervios es parte de ese “estrés bueno” que necesitamos en dosis bajas para rendir un examen, ya que nos inyecta un poco de adrenalina que hace que nuestro cerebro esté alerta y piense con mayor claridad.
Sin embargo, si esos niveles de estrés superan lo “tolerable” la productividad disminuye abruptamente, surge el miedo y la mente se paraliza. Nuestra mente tiene poder de contribuir o boicotear, por lo que muchas veces no es el examen en sí mismo lo que estresa, sino la falta de recursos para gestionar esa situación.
Te damos algunos tips para que manejes la ansiedad, para prepararte de la mejor manera y disfrutes de unas tranquilas vacaciones.
- Planificá. La planificación es muy importante, ya que nos permite organizar bien los tiempos de estudio. Armá un calendario de estudios, dedicando más tiempo a esas materias que te resultan más difíciles. Usando el plan de estudios de cada carrera para ir de lo más complicado a lo más simple.
- Tomate algunos recreos. No es necesario que estés largas horas frente a la compu, o con los apuntes en la mano. Necesitás procesar esa información, por lo que es conveniente que te tomes pequeños descansos, pero evitá pasar mucho tiempo frente al tele o en las redes sociales, ya sabemos que allí el tiempo vuela. Aprovechá ese momento para distenderte, comer algo, caminar, dormir una pequeña siesta, etc.
- Descanso reparador. Es muy importante mantenerse bien descansado, para estar enfocado y procesar de manera adecuada la información. No te duermas tarde, en especial el día anterior al examen.
- Mantenete hidratado. Sabemos que la hidratación es muy importante para nuestro rendimiento físico, pero también es fundamental para nuestro cerebro. La deshidratación puede causar dolores de cabeza y agotamiento mental. Así que no te olvides de llevar tu botella a todos lados.
- Ejercitate. Dentro de lo posible tratá de realizar algún tipo de ejercicio, caminar, correr, andar en bici, etc. Está comprobado que hay una relación entre el ejercicio físico y el rendimiento académico, ya que ayuda a oxigenar mejor el cerebro equipándolo mejor para procesar y retener información nueva.
Después de rendir, celebrá que sobreviviste a la época de finales. Sea cual fuere el resultado, seguramente diste tu mejor esfuerzo y le dedicaste mucho tiempo, es momento de tomarte un descanso de todo el trabajo duro, para juntar fuerzas para los nuevos desafíos.
¡Éxitos en tus finales!